Dicen los padres: "no
presta atención, no hace caso a la maestra, no termina las tareas, esta parado
todo el tiempo, molesta a los compañeros" y añaden "en casa es igual,
no para un segundo, el quiere todo ya, no sabe esperar. Y sin embargo es inteligente:
en los jueguitos de la computadora puede estar horas y lo hace bien. Para lo
que le gusta atiende. Además tiene días, a veces hace todo bien, y otras es un
desastre, de terror..."
Un porcentaje de niños son más activos e inquietos que el resto. A estos niños
les cuesta más concentrarse en una sola tarea tanto en el colegio como en casa,
son más despistados y actúan sin tener en cuenta las instrucciones que les dan. Además, son más difíciles de
educar, parecen vivir en su mundo, no aprenden como deberían en la escuela y
son muy impulsivos. Cuando este tipo de situaciones
empiezan a dar problemas podemos decir que nos encontramos ante un trastorno
serio, probablemente, estos niños padezcan lo que se conoce como trastorno por
déficit de atención.
Pero... ¿Nos hemos parado a pensar como se siente un niño que padece este problema?
Los niños que sufren este trastorno, no solo tienen que vivir con los problemas que éste conlleva, también sufren consecuencias tanto en el ámbito educativo como en el ámbito familiar. Aquí os dejamos un enlace en el que podreís observar cuales son alguna de ellas.
(Haga click en la imagen)
El siguiente enlace presenta una guia para el profesorado, en ella se habla acerca de todo lo que éstos necesitan saber a la hora de trabajar con algun alumno que presente TDA/TDAH.(click en la imagen).
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